Estudiantes y maestros instalan antimonumento con 140 ladrillos afuera de Casa Jalisco, cifra que en millones de pesos representan el presupuesto arrebatado al MCA
Con batucada y un antimonumento de 140 ladrillos, titulado “Sobras sin amor”, la comunidad de la Preparatoria 21 del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) exigió al gobernador Enrique Alfaro seguridad ante el clima de violencia que impera en el Estado y que sean devueltos los 140 millones de pesos que estaban destinados al Museo de Ciencias Ambientales (MCA), en lo que fue la Caminata por la Autonomía, la Salud y la Educación número 158.
El contingente de 81 personas, integrado por estudiantes, profesores y directivos del plantel, llegó hasta Casa Jalisco donde expusieron las demandas de la comunidad universitaria.
La directora de la Preparatoria 21, maestra Araceli Ambriz Ramos, aseguró que la comunidad que encabeza dice sentirse insegura ante los recientes hechos de violencia y las desapariciones de personas: “Los universitarios están intranquilos ante la escalada de violencia en nuestro Estado y porque a nivel nacional tenemos el primer lugar en desapariciones forzadas y la inseguridad en las calles”, declaró.
Lamentó la postura del gobierno estatal ante tal panorama, pues su percepción se aleja de la realidad al difundir cifras “maquilladas” sobre feminicidios, homicidios dolosos, desaparición forzada y cometida por particulares, y bloquear la construcción de obras para el desarrollo educativo de los jóvenes jaliscienses como el MCA y el Hospital Civil de Oriente.
“Somos hijos de nadie porque vivimos en un Jalisco donde la justicia y la libertad son utopías absolutas: además de comprometer la seguridad de los jaliscienses, también está comprometiendo la continuación y culminación de obras en beneficio de la educación y la salud”, subrayó Ambriz Ramos.
El secretario de la Preparatoria 21, maestro Omar Hunab-ku Candelas Hernández, explicó el antimonumento “Sobras sin amor”: se trata de una pila de 140 ladrillos que es la política del gobernador para dotar de infraestructura a la Casa de Estudio.
“Cada ladrillo representa un millón de pesos de los despojados a nuestra universidad, pero con una diferencia: estos ladrillos no son robados, no se los despojamos a nadie. Este antimonumento representa que nosotros no caemos en el juego de mentiras que tanto nos presumen en redes sociales”, dijo.
Candelas Hernández explicó que una escuela no sólo son ladrillos, “porque los ladrillos no educan; una escuela necesita a sus profesores, al personal de servicios, a los estudiantes, principalmente, eso es lo que verdaderamente hace a una escuela”, precisó.
El representante del Sindicato Único de Trabajadores de la UdeG (SUTUdeG), licenciado Arturo Tezozómoc Gómez Vázquez, adelantó que el reclamo de la comunidad universitaria se presentará una y otra vez para exigir respeto a la autonomía universitaria.
“Vendremos a repetirle todas las veces que sean necesarios hasta que el gobernador vea, oiga, entienda y quiera comprender que no permitiremos que nuestra dignidad sea pisoteada”, destacó.