Victoria Galán-Muros, de la UNESCO, destacó el papel de las universidades en la implementación de las microcredenciales, que no es un curso, sino una experiencia de aprendizaje
Las microcredenciales tienen el potencial para convertirse en el futuro de la educación en la coyuntura de la demanda del mercado laboral global. Sin embargo, su consolidación dependerá de políticas públicas de los gobiernos para su implementación y del interés de los empleadores para abrirse a las posibilidades de capacitación de los trabajadores.
Así lo afirmó Victoria Galán-Muros, jefa de Investigación y Análisis del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y El Caribe (IESALC), quien disertó sobre el nuevo esquema de educación con la ponencia “Microcredenciales: ¿el futuro de la educación?”, en el marco de Innova Forum 2024, que se realiza en el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la UdeG.
“Las microcredenciales son el futuro de la educación, pero necesitamos una mejor identificación en el mercado laboral por parte de empleadores y gobiernos. Es necesario financiar este nuevo campo, ofrecer programas de educación de buena calidad y la posibilidad de aprendizajes con itinerarios flexibles”, afirmó.
Para consolidar este campo del aprendizaje en América Latina, como ya se hecho en Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Sudáfrica y la Unión Europea, se necesita la cobertura de competencias básicas lingüísticas, sociales, de gestión y políticas.
Uno de los principales problemas para permear este nuevo modelo educativo es la falta de definiciones básicas de qué es una microcredencial, que no es un curso, sino una experiencia de aprendizaje.
“No hay una definición global aceptada, todavía no está claro, pues se definen por exclusión, es decir, las microcredenciales no son los programas educativos tradicionales que ofertan las instituciones y que pueden tener una duración de horas, días, una o varias semanas, y certifican experiencias de aprendizaje”, explicó.
Las ventajas del modelo que se suma a las tendencias del aprendizaje pueden personalizarse vía online y adquirir competencias para obtener un conocimiento práctico específico, en poco tiempo y con menor precio. Aunque conlleva enfrentar retos como la adaptación a conocimientos específicos.
“Cuando alguien quiere tomar una microcredencial debe estar enfocado en habilidades concretas, y la mayoría se ofrecen online para un mercado global, para quienes trabajan en otra ciudad u otro país”, precisó Galán-Muros.
Las universidades en la coyuntura de las microcredenciales
Para Galán-Muros el papel de las universidades es crucial para la implementación de este tipo de cursos. Sin embargo, debe enfrentar el reto del diseño curricular de las carreras para modularizar los cursos y flexibilizar áreas de conocimiento especializado, a fin de dar paso a las microcredenciales.
“Transformar en microcredencial los cursos es el más grande reto de los programas de licenciatura, pero se hará sólo si modularizamos cada curso respecto al mercado laboral, porque las carreras son muy profesionalizadas y rígidas. En este momento necesitamos más flexibilidad en la formación de las personas”, concluyó.
El director de la Universidad Virtual y Aprendizaje Digital para Toda la Vida (UDGPlus), doctor Carlos Iván Moreno Arellano, aseguró que las microcredenciales tienen el potencial de un modelo de educación de personas que no cursaron alguna carrera. En el caso de los universitarios, el modelo funcionaría para obtener habilidades concretas y obtener insignias durante los cursos.