Como parte del programa de Intervención Educativa, Juventudes y Género, se impartió charla para promover valores de respeto entre todas, todos y todes quienes conforman la comunidad de Prepas UDG
Uno de los planteamientos principales que tuvo la charla Derechos Humanos LGBT+ que impartió la maestra Margarita Rodríguez Jiménez, del Programa de Intervención Educativa Juventudes y Género del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) a trabajadores del edificio Valentín Gómez Farías, es la deslegitimación de los prejuicios dentro de la sociedad.
Apuntó cómo es que estas ideas han provocado problemáticas sociales en la historia de la humanidad, y que ahora aún afectan a la población que forma parte de la comunidad LGBT+.
La actividad forma parte de las iniciativas que ha emprendido la Dirección de Personal del SEMS de la Universidad de Guadalajara (UdeG) que ha buscado ofrecer jornadas de capacitación y reflexión al personal del Sistema, con el fin de impulsar desarrollo y crecimiento personal, afín a las demandas de la sociedad contemporánea.
La jornada de este martes 20 de junio, tuvo como epicentro que junio es considerado el mes del Orgullo LGBT+, debido a que se busca rendir homenaje al levantamiento de Stonewall en junio de 1969 en la ciudad de Nueva York, evento que ayudó a impulsar el movimiento moderno por la lucha de la diversidad.
A su vez, se aprovechó a destacar la efeméride del pasado 17 de mayo, que fue el Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia.
Durante su intervención, Margarita Rodríguez recordó que la discriminación en el mundo para personas de la diversidad sigue presente y expuso que en 2021, tan sólo en México, sucedieron 87 crímenes de odio.
Aprovechó el espacio para traer a la memoria la historia de Jonathan Santos, estudiante de la Escuela Politécnica “Ing. Jorge Matute Remus” que fue asesinado en un crimen de odio, y al que su plantel educativo ha instaurado una jornada anual en la que se promueven valores de respeto, tolerancia y conciencia social entre las y los estudiantes.
Sobre la realidad de las mujeres trans, Margarita Rodríguez señaló que, según datos de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, tienen un promedio de vida de 35 años, debido a que la sociedad las aísla, las recluye y las priva de oportunidades por su condición; por lo que su única fuente de ingresos se suele basar en la prostitución.
Hizo un llamado a la conciencia y a la reflexión, para inculcar el respeto a todas, todos y todes por igual, pues dijo, los estereotipos basados en el androcentrismo también afectan a los géneros tradicionales, ya que, en el caso de los hombres, por ejemplo, les impide una formación basada en la muestra de sentimientos, que luego se traduce en padecimientos psicológicos que afectan a la persona y a su núcleo social.
Concluyó que, como parte de esta introspección, es importante aceptar que tras las siglas y tras los indicadores hay personas que deben tener libre elección, por lo tanto, evocó la importancia de promover desde las familias, y en las aulas, una educación nosexista, tal como se enmarca en la efeméride de este 21 de junio, cuya finalidad sea el promover una educación participativa e igualitaria en materia de género y diversidad sexual, promoviendo la igualdad de acceso a oportunidades.